
Como mamá, siempre me ha preocupado ver a mi bebé con erupciones en la piel, especialmente cuando descubro esos parches rojos e irritados en su parte baja. Sé que la erupción del pañal es algo bastante común, pero siempre me hace sentir mal verlo incómodo. Afortunadamente, después de un tiempo, he aprendido a reconocer rápidamente los síntomas y a saber cómo tratarla para que mi bebé se sienta mejor.
Cuando mi bebé tiene erupción por el pañal, lo que está pasando es que su piel en esa zona está irritada. Es algo que puede pasarle a cualquier bebé, aunque es más común entre los 9 y los 12 meses. De hecho, se estima que entre el 50 y el 60% de los bebés pasarán por esto al menos una vez.
¿Pero qué lo causa? Normalmente, cuando el pañal está sucio y el bebé permanece mucho tiempo con el pañal mojado o con heces, la piel reacciona de manera negativa. Además, ese ambiente cálido y húmedo dentro del pañal puede ser un lugar perfecto para que crezcan hongos, como la levadura, lo que empeora la situación. Pero también hay otras causas que pueden contribuir, como los pañales demasiado ajustados, ciertos productos de higiene o incluso los alimentos nuevos que introduzco en su dieta, como frutas cítricas o tomates.

Los síntomas más comunes de la erupción incluyen esos parches rojos y calientes en los glúteos, genitales o muslos de mi bebé, que claramente lo molestan cuando lo cambio o lo limpio. A veces, incluso parece que se pone más irritable. Si veo manchas rojas alrededor de los pliegues de su piel, puede ser una señal de que se trata de una infección por hongos. En esos casos, no dudo en consultar al pediatra.
Para tratar la erupción del pañal, lo primero que hago es cambiarle el pañal con frecuencia. Es más fácil ahora porque algunos pañales tienen una línea que cambia de color cuando está mojado. Siempre que lo cambio, me aseguro de limpiarlo con toallitas sin perfume o agua tibia, y luego lo dejo secar bien antes de ponerle un pañal limpio. En ocasiones, lo dejo un rato sin pañal para que el aire ayude a la piel a respirar.

Una de las cosas que más me ayuda es el óxido de zinc. Es muy efectivo para crear una barrera en la piel, evitando que la humedad empeore la erupción. Lo aplico generosamente en cada cambio de pañal. ¡Y no me da vergüenza cuando me dicen que aplique una capa gruesa! Al principio no sabía si estaba usando suficiente, pero con el tiempo aprendí que realmente ayuda mucho.
Para prevenir que la erupción vuelva a ocurrir, sigo algunos consejos. Además de cambiar el pañal con frecuencia y dejar que mi bebé esté sin pañal de vez en cuando, también uso una crema emoliente sin fragancia y con un poco de óxido de zinc para evitar que la erupción comience. Y, por supuesto, me aseguro de que el pañal que elijo le quede bien, porque si está muy apretado o le deja marcas rojas, puede irritar la piel.

Lo más efectivo, sin duda, es comenzar el entrenamiento para ir al baño cuando mi bebé ya esté listo. De esta manera, eliminamos por completo la necesidad del pañal y todo lo que conlleva. Así, la piel de mi bebé está mucho más sana y sin riesgos de erupciones. ¡Es un gran alivio!